Jéssica Roa Garrido
"Me da un subidón tener delante a un paciente, cada uno de ellos es un reto”.
Estudió durante cuatro años en el I.E.S. Pablo Neruda, y allí le entró el gusanillo por la Medicina, sus sueños se hicieron realidad y en estos momentos es cardióloga en el Hospital Juan Ramón Jiménez. Una joven de 28 años, vitalista, risueña, preparada y crítica que nos explica de forma locuaz y clara sus vivencias en el centro, rinde su pequeño homenaje a algunos profesores y relata su vida como doctora. No se corta, además, en poner los puntos sobre las íes de algunos aspectos que no le agradan de la situación actual de su trabajo.
-¿Siempre quisiste ser médico?
Me gustaban las ciencias de la Salud y las Matemáticas, fue Sebas, profesora de Biología, laculpable de que estudiara Medicina, y me alegro mucho. Así que cuando terminé el Bachillerato me fui a la Facultad de Sevilla, que dicho sea de paso, no creo que sea el mejor sitio para estudiar esta carrera.
-Y después llegó la especialidad.
Sí, hice el MIR lo aprobé y me decidí por la especialidad de Cardiología, me parece la más bonita.
-Oyéndote parece que todo ha sido muy fácil
-Cuando estudiaba el MIR, no me agobié en absoluto, el truco es estudiar un poquito todos los días, y mucha suerte, tengo que reconocer que las cosas me han ido bien.
-¿Qué recuerdas de tu paso por la Universidad?
La Medicina es un mundo muy competitivo, todo el mundo estudia mucho, hasta el punto de que tus amigos tienen planes y tú casi nunca te vas a poder apuntar.
-Aún así, se te ve encantada con tu elección y el camino andado hasta el momento, ¿Disfrutas con tu trabajo, verdad?
Sí, aunque es sacrificado, me apasiona. Hay algunos médicos que no están a gusto y eso se ve. Para mí, tener un enfermo delante supone un subidón, cada enfermo es un reto.
-¿Qué recuerdos guardas de tu paso por el I.E.S. Pablo Neruda?
En el Instituto estudié 3º y 4º de Eso y primero y segundo de Bachillerato. Fueron unos años muy muy felices, felices y divertidos. Inolvidables. También recuerdo los madrugones porque yo venía de Aljaraque. Al final te quedas con lo bueno.
-Tienes algún contacto con el instituto?
Mantengo las amistades que hice aquellos años.
-¿Además de Sebas, hubo algún otro profesor que te marcara de alguna u otra forma?
Pepa, de Matemáticas, que era muy divertida y agradable y con la que hablaba mucho; la profesora de Filosofía, creo que se llamaba Isabel, con la que concursamos en un programa de Debates y fuimos de excursión a Antequera y a Madrid; Ignacio, de Lengua, que me enseño un montón, Carlos de Historia, que nos tenía amargados. Me resultó más difícil la Historia de primero de Bachillerato que las Matemáticas, la Física y todo lo demás. Juan Jesús también fue importante...
-¿Observaste algún cambio en el instituto durante aquellos años?
Tuve suerte, en el centro seguía habiendo mentalidad de BUP y nos dejaban salir en el recreo, además, 3º y 4º de Eso fueron super fáciles, los profesores decían que era como un repaso de los cursos anteriores.
-Como estudiante has debido ser brillante pero ¿Qué aficiones tienes?
Cantar flamenco, -constesta riéndose-, el deporte, estar con mis amigos, ah, y me encanta comer y el buen vino, me he vuelto muy señorona.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Me gustaría quedarme en Huelva, el mes próximo seré R-4, mi cuarto año como médico residente, en Cardio son cinco. Cuando un médico termina su residencia suele tener 30 años y no me apetece llegar a otra ciudad, quiero asentarme definitivamente en ésta.
¿Y lo ves posible?
Espero, lo que ocurre es que ahora el Ministerio ha abierto el libre cupo de especialidades- ofertan más plazas de residentes de las realmente necesarias- porque somos mano de obra cualificada y barata. La medicina se está degradando bastante.
-Eres muy crítica, da la sensación de que cuando algo te gusta vas a por todas y cuando no te parece bien no te andas con dobleces
Sí, creo que sí, no soy quejica pero sí crítica.
-Por último, ¿Eres feliz?
Ja, Ja, ja, Hago lo que puedo.
María Sánchez
“Me atrae el desafío, la pasión hace que todo florezca tarde o temprano”.
Empieza la entrevista aclarando que no le gusta hablar de su vida pero, aún así, ha tenido la deferencia de contestarnos a unas preguntas que nos han permitido conocer algunos aspectos de su personalidad y de su historia: es una mujer emprendedora e independiente, inquieta y apasionada, que no olvida de dónde viene y que tiene claro a dónde va. María Sánchez, de 31 años, divorciada y sin hijos, estudió durante varios cursos en el Instituto Pablo Neruda, hasta que, literalmente, se fue hacer las Américas, lugar donde reside en la actualidad. Su mundo laboral ha sido y es sinónimo de curiosidad: modelo, presentadora, empresaria...Además de Mis Huelva.
-Estudiaste en el I.E.S. Pablo Neruda durante algunos años ¿Qué guardas de aquella época en tu memoria?
-Yo quería ser modelo, así que las clases no me interesaban mucho. Ese es un fallo que quizás muchos adolescentes cometemos, el no valorar plenamente esos años porque estamos ansiosos por pasar a la siguiente etapa. Aun así, recuerdo aquel tiempo como una época entrañable, en la que no tenía más preocupaciones que aprobar los exámenes.
-Ha pasado mucho tiempo, no sé si recuerdas todavía a tus profesores.
-Sí, perfectamente, Mª del Mar, de Inglés, Margarita, de Griego, El profesor de Latín, que era un bonachón. De todos modos, pienso que ninguno me marcó especialmente, aunque debo reconocer que absorbí cosas que me permitieron crecer.
-Imagino que la distancia habrá dificultado que mantengas tus amistades de entonces.
El I.E.S. Pablo Neruda era el instituto designado para los que vivíamos en Bellavista, así que mis antiguos compañeros del colegio vinieron conmigo al centro. Además, allí conocí a una estudiante que, actualmente, considero una de mis mejores amigas.
Querías ser modelo y decidiste dejar Huelva, hacer las maletas y marcharte a Los Ángeles. Cuéntanos cómo fue esa experiencia.
-En Los Ángeles estudie Broadcasting, unos estudios similares a lo que sería en España la carrera de Periodismo, sólo que enfocado a la Televisión y a la Radio. Durante un tiempo trabajé haciendo entrevistas a actores y en un programa de Noticias para un Canal de Televisión. Tuve experiencias laborales tanto delante como detrás de la cámara y todas ellas me resultaron muy interesantes. Pero lo más importante es que me sirvieron para darme cuenta de que no me apetecía trabajar en eso toda mi vida.
-Y no dudaste un minuto en desarrollar otras facetas
Durante esta etapa, que yo llamo de investigación, llegué a tener mi propia agencia de modelos, trabajé en una empresa de inversiones e incluso estuve seis meses contratada en Zara. Estas experiencias me ayudaron a decidir que no quería trabajar para otras personas, creo que soy algo más emprendedora.
-Parece que cada experiencia en la que te embarcas te impulsa a dar un nuevo paso, ¿qué ocurrió después?
En estos momentos acabo de abrir una tienda de cookies (galletas) y ice-cream (helado) en Hollywood, que se llama CookiesCream. Un proyecto bastante complejo pero también muy interesante. Una verdadera aventura.
-¿Tenías conocimientos sobre este tipo de negocios?
No, es algo absolutamente novedoso para mí, pero el desafío es lo que me atrae, y pienso que cualquier cosa a la que se le pone energía y pasión florece tarde o temprano.
-¿Tienes pensado volver a España? ¿Cuáles son tus proyectos para el futuro?
Mi plan para el futuro es no tener ningún plan determinado, prefiero seguir probando y buscando aquello que me apasione. Sobre la posibilidad de regresar a España, siempre volveré, de hecho vengo dos veces al año, pero no sé si alguna vez será para quedarme. También mi familia me visita de vez en cuando, sobre todo mis hermanos, que de paso aprovechan para aprender inglés.
Marta Alcántara García
Acude a su cita en el instituto para realizar la entrevista y trae consigo dos grandes proyectos que ocupan, en esencia, su vida actual: va a ser madre por primera vez en unos meses y está trabajando para montar con un compañero su propio estudio de Arquitectura. Tiene 29 años recién cumplidos y un semblante limpio y agradable, como el de su padre, Luis, compañero del centro. Marta estudió en el Pablo Neruda desde primero de BUP hasta COU y fue aquí donde se fraguó su pasión por el mundo de las maquetas y las construcciones.
Muy buenos, sobre todo no olvido las amistades que se hacen, y que aún mantengo, los momentos que se comparten, las relaciones con los demás alumnos. Era tranquilo. Fue más caótico cuando entraron los alumnos de la ESO, eran más pequeños y se notaba. Recuerdo que se podía salir del centro con más facilidad que, según tengo entendido, se hace ahora.
Rufino Cuesta, me dio clases de Lengua en primero y me estimulaba muchísimo la forma que tenía de plantear sus clases y Rafael Basilio, una persona encantadora, que además consiguió que llegara a la Facultad con un buen nivel de Dibujo.
¿Algún acontecimiento importante que quisieras destacar de tu época de estudiante?
El grupo de Teatro que formó Arístides Mínguez, profesor de Latín, representábamos obras como El juicio de Paris y a mi me encantaba, me sentía feliz.
Aquí decidí estudiar esa carrera, yo era indiscutiblemente de ciencias y, aunque durante un tiempo dudé entre Ingeniería y Arquitectura, al final me alegro de la decisión tomada.
Mi padre es profesor del I.E.S. Pablo Neruda, pero él y yo no coincidimos aquí. Yo escogí este instituto porque quería estudiar BUP y era de los pocos que no habían implantado todavía la LOGSE.
No, yo soy la única. Mi vocación, en ese sentido, no ha sido transmitida.
Arquitecta, así es como aparece escrito en mi título y es con el término con el que me identifico.
Mientras estudiaba la carrera hacía prácticas con varios arquitectos durante los veranos. Posteriormente, cuando estaba haciendo el proyecto, estuve dos años y medio trabajando en un estudio.
¿Y qué planes tienes en estos momentos?
Montar definitivamente mi propio estudio con mi compañero, actualmente están llegando trabajos pequeños, pero se nota la crisis. En estos momentos no depende sólo de nosotros.
Me gusta la música, el teatro me apasiona pero no lo practico desde que estudiaba aquí, a pesar de que lo echo mucho de menos. Me divierten mucho las series de televisión, soy una freaky de las series de televisión.
















